Dejando gotas saladas sobre las puntas de mis dedos.

Me volví parte del agua, que yacía a mis pies en forma de espuma de mar...

...brillando en los rayos del sol de mediodía, más hermoso que un diamante cortado, brillando y jugando con todos los colores del arcoíris.

Me volví parte del agua, que se convierte en cielo sobre el horizonte; que es silencioso como un suspiro...

...y que es capaz de destruir ciudades y naves; escondiendo en sus profundidades una especie de misterio inmaculado.