Trezène, palacio de Pitheus. Primo de Heracles. Cinco años antes.

Primo, Heracles, te has enfrentado a muchos monstruos. Quién ha sido tu oponente más valiente.

Bueno, no era un monstruo sino un hombre de un país lejano al este.

Tenía una espada curva hecha de hierro de meteorito.

Detuvo todos mis ataques y cuando su sable salió de su vaina era imbatible.