LA HISTORIA DE LANA Y PÚAS

Señor Tortuga, no puedo dormir.

Lo siento, pero tienes que hacerlo.

¡Pero no tengo sueño!

¡Acuéstate en tu cama y cuenta ovejitas!

¡Oh venga, Señor Tortuga! ¡No hay ovejas en esta casa!

¡Que divertido! ¡Jee jee!

¡No son REALES, son ovejas en tu cabeza!

¡¿En... en mi CABEZA?! ¡EEEE! ¡¿Pero cómo se metieron ahí?!

Olvídalo. Te voy a contar una historia.

¿Estás cómodo?

¡ Sip !

Voy a contarte un cuento, que es extraño pero auténtico, de un chico poco común,

Lo llamaban «El Chico Puercoespín»

Dicen, a cualquiera que lo quiera oír, que este tipo extraño nació de la unión de una dulce mujer florista y de un diseñador con talento.

Aunque en un primer momento tuvieron miedo de las púas espinosas del niño, le dieron amor y consuelo (mientras usaban guantes de lana)

Ellos llamaron a su hijo Peter, un nombre muy bonito debo decir, y lo llevaron a la escuela pública el año en que cumplió diez.

Pero a pesar de que tenia las mejores calificaciones "A", que lo hacían el primero de la clase,

se sentía sólo y abandonado. Cuando los árboles comenzaron a florecer,